Propaganda vanidosa del mover del Espíritu Santo en la iglesia

Propaganda vanidosa del mover del Espíritu Santo en la iglesia

El dilema de la vanidad en el Ministerio de la iglesia, Soberbia y vanagloria en los Cristianos, el comportamiento de líderes Cristianos para obtener reconocimiento, crédito y estatus. Un Cristiano narcisista, aunque no sé si se les debería acreditar como Cristianos, pero siempre están insinuando como Dios se mueve alrededor de ellos y como Dios los usa, y siempre van a publicar cosas como: Dios se movió en el culto, noche de milagros, ven y únete con nosotros, o si no, servicio de poder y Gloria, y cuanta cosa más, solo para crear una imagen que no les pertenece, y en conclusión, el objetivo solamente es que: quieren que la gente los miren y los reconozcan como ministros ungidos y de gran cosa, pero solo es Propaganda vanidosa del mover del Espíritu Santo, Dios conoce los corazones y los pesa.

Todo descansa en la validación para un narcisista , la cual vive en un mundo vanidoso que no edifica en la verdadera santidad y consagración a Dios.

Ahora, cuando Dios se mueve, se divulga solo por sí mismo, sin estar dando propaganda ni agendando el mover del Espíritu Santo de Dios, cuando les plazca.

Cuando es real la gente sola empieza a hablar de tal lugar y todo el mundo se entera y se dispersa por donde quiera, porque es verdadero ese mover de Dios y no una propaganda vanidosa del hombre, ¿acaso Jesucristo andaba publicando, mi Espíritu se movió aquí y allá, ven por tu milagro, etc.!?

¡La predicación es: crean y arrepiéntanse, te invito a la Iglesia a oír palabra de Dios, ese es el evangelio de Jesucristo, A eso dale propaganda!

Mateo 23:5-12

Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis, padre, vuestro, a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. 10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. 12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

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