Algunas corrientes dentro del cristianismo, sobre todo en ramas más carismáticas o de “sanidad integral”, han intentado incorporar técnicas de Reiki (o lo que llaman “Reiki cristiano”) para supuestamente canalizar sanidad espiritual y física, atribuyéndole el resultado a Jesucristo. A continuación te explico con más detalle:

1. ¿Por qué surgen predicadores que mezclan Reiki con sanidad cristiana?
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- En muchos ministerios de sanidad se promueve la idea de que si un don espiritual (como la imposición de manos) “no funciona”, hay que probar enfoques nuevos.
- El Reiki, que se vende como una “técnica de canalización de energía universal”, parece prometer alivio inmediato de dolencias, estrés o bloqueos emocionales. Esto resulta atractivo cuando la “sanidad tradicional” (oración, ayuno, imposición de manos) no produce resultados tangibles para algunos.
- Sincretismo cultural y teológico
- Vivimos en una época en la que muchas personas han probado cursos de “crecimiento personal”, “meditación” o “terapias holísticas”. Algunos líderes cristianos, al ver aceptabilidad social, deciden “incorporar” prácticas populares, reinterpretándolas dentro de un lenguaje cristiano.
- Así nace el llamado “Reiki cristiano” (a veces se le asegura que en vez de símbolos orientales, usan símbolos bíblicos o invocan el nombre de Jesús para activar “la energía”). Técnicamente, mantienen la estructura del Reiki tradicional, pero dicen que “es Cristo quien canaliza la sanidad” a través de esas manos que ponen sobre el cuerpo.
- Atribución a Jesucristo
- El discurso suele ser así: “Yo, como siervo de Dios, me he capacitado en Reiki, pero cuando yo pongo mis manos, es el poder de Jesucristo quien fluye para sanar. El evangelio y los símbolos de la Cruz son el canal”.
- De esta manera, cuando la persona siente alivio o relajación, el predicador declara que “es obra de Jesús”, y no de “energías impuras” o de alguna doctrina de la Nueva Era.

2. Ejemplos y testimonios de “Reiki cristiano”
- Grupos de “Sanidad Integral”
- Existen ministerios que organizan talleres o retiros de “Sanidad Integral con enfoque cristiano”, donde enseñan técnicas de imposición de manos que se basan en la metodología del Reiki. Cambian nombres de símbolos orientales por nombres de ángeles o versículos bíblicos, pero estructuralmente siguen la lógica de “canalizar energía universal”.
- A menudo, al finalizar la formación, dicen algo como: “Lo que ustedes han aprendido no es energía del hombre, es energía de Dios. Siéntanse libres de usarlo orando en el nombre de Jesús”.
- Líderes individuales
- Hay pastores y sanadores independientes que han declarado públicamente haber recibido “iniciación al Reiki” y, transfiriendo esa práctica a la iglesia, ponen sus manos sobre enfermos diciendo: “Siento calor, veo luz” y prometen “milagros” a través de Jesús.
- Sin embargo, no suelen aparecer en grandes conferencias oficiales de denominaciones tradicionales (p. ej., bautistas, presbiterianos), sino en grupos más pintorescos o en iglesias no alineadas con organismos de supervisión pastoral.
- Redes sociales y testimonios
- En YouTube, Facebook o Instagram circulan testimonios de personas que dicen “recibieron sanidad” en iglesias donde se practica “Reiki cristiano”. Explican algo como: “Me hablaron de Jesús, pero también de que el terapeuta ponía las manos y sentía una corriente de energía. Yo oraba en mi corazón, y me sané”.
- Estos testimonios, lógicamente, omiten la distinción entre efecto placebo, simple masaje relajante o bien sanidad espiritual auténtica. Lo atribuyen todo a Jesucristo sin reconocer que la metodología viene del Reiki.
3. ¿Qué dice la teología cristiana al respecto?
- Discernimiento de las fuentes de sanidad
- La Biblia enseña que toda sanidad genuina proviene del Señor (Salmo 103:3; Isaías 53:5; Juan 14:13-14). Cuando un creyente ora y pide sanidad, espera que el mismo Espíritu Santo obre, no “energías impersonales”.
- Si un predicador usa símbolos o mantras (incluso con nombres bíblicos) para invocar “energía”, está apelando a un método ajeno al modelo bíblico de fe. El único mediador es Cristo (1 Timoteo 2:5); cualquier otra “técnica” que suene a “canalización” o “método oriental” debe ser examinada con cuidado.
- Sincretismo vs. pureza del evangelio
- 2 Corintios 6:14-18 advierte: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos… confórtense en el Señor, y Él será vuestro Padre”. Si unimos pasajes de la Escritura con prácticas de dudosa procedencia, corremos el riesgo de crear una enseñanza sincrética donde ya no se sabe si se confía en Jesús o en “la energía universal”.
- Muchos teólogos señalan que el “Reiki cristiano” termina desviando la atención de Cristo al ritual: los símbolos, las posiciones de las manos, los supuestos “centros energéticos”. Eso se parece más a un rito esotérico que a la fe en el Salvador.
- Posibles consecuencias espirituales
- Engaño: La Biblia advierte acerca de “falsos apóstoles” y “enseñanzas erróneas” que pueden seducir a muchos (2 Corintios 11:13-15; 2 Pedro 2:1-3). Quien dice “esto es de Jesús” mientras lo mezcla con prácticas de la Nueva Era, puede estar llevando a la congregación a una espiritualidad confusa.
- Confianza equivocada: Quien recurre al Reiki cristiano puede pensar que simplemente poner las manos traerá sanidad. Pero la Escritura no promete sanidad mecánica; más bien, enseña que Dios a veces sana, a veces permite la enfermedad para crecer la fe, y siempre usa la oración y la soberanía divina (Santiago 5:14-16).
- Riesgo de legalismo místico: Si se considera que un símbolo o gesto (aunque lleve “el nombre de Jesús”) es el que realmente “hace la sanidad”, se está cayendo en algo parecido a un ritual mágico, y la relación con Dios deja de ser personal y pasa a depender de “técnicas”.
4. ¿Se puede “dar el crédito a Jesús” y usar Reiki a la vez?
- La contradicción básica
- Darle el mérito a Jesucristo y, al mismo tiempo, recurrir a una metodología que no proviene de Él, es una forma de presentar al cristianismo como “tolerante a cualquier cosa”. En la práctica, se absolutiza el medio (Reiki) y se relativiza a Cristo.
- La sanidad bíblica requiere un acto de fe en la intercesión de Jesucristo, no la adopción de símbolos hindúes o budistas (aunque los cambien de nombre). Eso equivale a un yugo desigual: se usa la figura de Jesús, pero se echa mano de un sistema ajeno.
- La aparente eficacia vs. la verdad espiritual
- Puede ocurrir que alguien, después de recibir imposición de manos estilo Reiki, experimente relajación, disminución del dolor o alivio emocional. No obstante, ese alivio no prueba la verdad teológica: podría tratarse de un simple efecto placebo o de un descanso físico.
- En cambio, cuando la Biblia habla de “fe + oración + voluntad soberana de Dios” como la vía de la sanidad (Marcos 11:24; Santiago 5:15), insiste en la presencia de un Dios viviente que obra a Su manera y en Su tiempo. No enseña fórmulas energéticas ni pastillas espirituales.
- Testimonios contradictorios
- Algunos pastores afirman: “Vi cómo un hermano postrado fue sanado cuando oré con ‘Reiki cristiano’; sin duda, fue Jesús quien lo sanó”.
- Otros líderes más sólidos responden: “¿Por qué no basar la sanidad en lo que la Escritura prescribe (oración, ayuno, unción con aceite)? Si Jesús lo hace, ¿para qué inventar un método ajeno?”.
- El punto clave es: el uso de una técnica no garantiza que Jesús obre. Solo Él decide cuándo y cómo sanar.
5. Cómo actuar si descubres este tipo de prácticas
- Investiga el trasfondo
- Pregúntate de dónde proviene la enseñanza: si el predicador ha asistido a seminarios de “Reiki cristiano” o si fue autorizado por alguna organización de la Nueva Era.
- Revisa si usan símbolos similares a los originales del Reiki (incluso si los rebautizan con nombres bíblicos). Compáralo con material oficial de Reiki para notar las coincidencias.
- Consulta la Palabra y líderes responsables
- Revisa pasajes bíblicos sobre sanidad (Isaías 53, Mateo 8, Santiago 5) y confirma que la enseñanza del pastor o sanador está alineada con lo que allí se expone: sanidad a través de la fe en Jesús, no de ritos ni símbolos energéticos.
- Si formas parte de una iglesia más grande (presbiteriana, metodista, bautista), consulta a tu pastor o ancianos sobre la conveniencia de rechazar prácticas que no provengan de un modelo bíblico.
- Actúa con amor y verdad
- Si alguien cercano practica “Reiki cristiano”, acompáñalo con paciencia: comparte tu preocupación, ofrécele literatura que exponga por qué el Reiki es incompatible con una cosmovisión bíblica (p. ej., artículos de teólogos evangélicos sobre-New Age).
- Invítalo a buscar sanidad en oración comunitaria, ayuno y estudios bíblicos de sanidad. Muéstrale que Jesús sana, pero de acuerdo a Su voluntad y Su tiempo.
6. Conclusión
- El uso de Reiki en contextos cristianos se basa en la idea de que, aunque la técnica no provenga de la Biblia, se puede “redimir” usando el nombre de Jesús para canalizar la sanidad. Sin embargo, esto choca con el mandamiento bíblico de no tomar métodos ajenos a la revelación de Dios (Deuteronomio 12:29-32; 2 Corintios 6:14-17).
- Atribuirle a Jesús sanidades conseguidas mediante prácticas que no tienen fundamento bíblico puede desdibujar la centralidad de Cristo y abrir la puerta a engaños espirituales. Por ello, la mayoría de pastores y teólogos en posiciones tradicionales advierten que no es legítimo “dar crédito a Jesucristo” mientras se emplea una técnica de la Nueva Era.
- Si bien algunas personas reportan alivio físico o emocional, la verdadera sanidad cristiana busca un encuentro genuino con el Señor, fundamentado en la Palabra, la oración y la guía del Espíritu Santo, sin recurrir a “energías” o símbolos ocultistas, por más que se proclamen en nombre de Jesús.
En resumen, sí existen predicadores que usan Reiki (bajo el rótulo de “Reiki cristiano”) y atribuyen a Jesucristo toda la sanidad, pero esta práctica no es bíblicamente justificada. La sanidad cristiana debe sustentarse en la fe viva en el poder de Dios, no en métodos energéticos de origen oriental. Si tu inquietud es proteger tu fe (o la de tu congregación), es importante exhortar al discernimiento y al apego exclusivo a las enseñanzas de la Escritura en materia de sanidad espiritual y física.