Hay mucha Gente que oye del evangelio de tiempo en tiempo, y por lo regular una parte se convierte o se convence, pero no tienen un entusiasmo profundo por servir Dios a plenitud, y asisten a la Iglesia regularmente, y así pasan los años y parecen ser la misma persona sin cambiar, en realidad nunca tuvieron ese fuego, ese celo por Dios como debería serlo, y la pregunta surge, ¿en realidad será que estos creyentes son Cristianos de verdad?
Pero en otros casos, el día llega cuando Dios hace un llamado, a un hombre o una mujer en particular, ese día toma lugar, una entrega muy importante, una entrega total, una entrega muy diferente a los demás, un evento muy significativo parecido al del apóstol Pablo, cuando cayó del caballo y otros hombres de Dios, donde no cuestiona, si esto o lo otro le agrada a Dios o no, simplemente, lo desecha, porque sabe y entiende que ese algo puede ser lícito sin duda, pero no conviene, así mismo se retracta, de muchas cosas, y prácticas que parecieran ser normal, pero no lo son, y pasa menos tiempo en el mundo digital o liquida esa práctica de su agenda si es necesario, como lo hizo el evangelista David wilkerson. Entonces empieza a salir menos, ya no se junta con inconversos en vanos convivios, también se retracta de Cristianos, liberales, modernos, carnales que profesan ser Cristianos y no lo son y que en esencia oran, pero nunca cambian en realidad. También deja de llevar a cabo rituales que Dios en su palabra nunca mandó que se celebrasen.
Y Después de buscar de Dios, fervientemente y con gran dificultad, se da cuenta de que nadie puede ser salvo, incluso él mismo, la biblia, dice: Si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador?1 Pedro 4:18. Entonces entiende que solo por la gracia y la misericordia de Dios podremos ser salvos. Sin embargo, le da temor vivir liberalmente y mejor se conserva, porque la biblia dice: que el principio de la sabiduría es el temor de Jehová, Proverbios 1:7, y también llega un momento en su vida en que tiene que poner sus sentimientos aun lado, sus pensamientos, su perspectiva, su criterio, lo que todos creen, lo que todos hacen, y considerar lo que dice la biblia por encima de todo eso. Además, se da cuenta de que aunque haya mantenido mal hábitos durante mucho tiempo como cristiano, llegará el momento en que los tiene que dejar de hacer, ¡no importando que la mayoría de los cristianos en la actualidad no quieran cambiar, porque dicen que no tiene nada que ver y luego se expresan diciendo: es que tú crees eso! ¡O tú crees de esa forma!
Y en su vida siempre hay un balance, entre todas las cosas, para agradar a Dios, y siempre está preocupado como ser mejor y caminar recto delante de Dios, y parece que por más que se aparta de todo, para agradar Dios, nunca es suficiente, y piensa que no es digno y por lo regular le pide perdón a Dios todos los días. Y vive en un desierto, como el de Juan el bautista, aunque no en el sentido literal, pero apartado de todo. ¡Entonces sus ojos se han abierto, a una dimensión, y ve una mayor parte de los cristianos, que son falsos, y si no, lobos rapaces, y entonces sus ojos se abren a un más para ver cómo la cizaña y el trigo como crecen juntos, y se convierte en una experiencia de no mucho gusto, y se queda al mirado de cuyo fenómeno que subsiste enfrente de él, pero sabe que la biblia misma lo dice que así sería!
Entonces los ataques del enemigo se multiplican en su vida, porque Jesús mismo lo dijo: en el mundo tendréis aflicciones, pero confiad en que yo he vencido al mundo, Juan 16:33, y los ojos están puestos en esta clase de creyente para ver si comete un error y apuntarlo, y lo etiquetan como legalista y extremista y no lo soportan, así como no soportan igualmente la sana doctrina, y levantan falsos, si es necesario para juzgarlo, entonces se da cuenta de que está juntamente crucificado con Jesucristo, y ya no vive él, sino Cristo en él, como dijo el apóstol Pablo, en gálatas 2:20.
Mateo 16:24
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
2 Timoteo 2:4
Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
¡Pero en fin! Hay paz en este creyente, una paz inmensa que solo Cristo la da y no como el mundo la da, y ya no necesita las riquezas de este mundo, ni títulos, porque Dios quito esa hambre y necesidad de su ser.
Jesucristo dice; Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Mateo 11:28-30