Narcisismo en la Iglesia

El narcisismo en las iglesias cristianas es algo muy común en este tiempo. El narcisismo sigue aumentando a pasos gigantescos, tanto en hombres como en mujeres. Estamos en una era de los amadores de sí mismos. En 2 Timoteo 3 se mencionan tiempos peligrosos: hombres soberbios, blasfemos, sin afecto natural, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, que tienen apariencia de piedad y humildad, pero esto es solo una máscara y un espectáculo para su propio beneficio. Esta clase de personas también se congregan en la iglesia; pueden ser cristianos regulares, pastores, hijos de pastores o líderes.

Pastores y líderes narcisistas

Al principio, los líderes narcisistas parecen espirituales y dotados por Dios, aparentando ser piadosos, tal como menciona la Biblia en 2 Timoteo. En público, presentan una imagen impresionante que oculta su verdadera naturaleza de “lobos con piel de cordero”. Sin embargo, con el tiempo, su verdadera personalidad sale a la luz. Solo aquellos con conocimiento pueden identificar a estas personas, aunque es un fenómeno difícil de descifrar. El narcisismo en la iglesia es real y destructivo de manera encubierta.

El comportamiento esencial de un narcisista es el control y la manipulación. Si es un líder, la situación empeora. Los conflictos persisten hasta que se corta el vínculo con estas personas. Un líder narcisista es similar a un dictador, siempre hambriento de poder y autoridad, dispuesto a aprovechar cualquier oportunidad.

El maltrato de un narcisista en la iglesia

Los narcisistas tienen personalidades desagradables y destructivas. Estos supuestos cristianos en la iglesia generan miedo y culpabilidad en sus víctimas, haciéndolas sentir inseguras. Los miembros de la iglesia solo reciben órdenes y nunca alcanzan su potencial para servir a Dios. Si un miembro muestra crecimiento, el líder narcisista lo obstruye por envidia o miedo a ser superado. Cuando se intenta confrontar la situación, el narcisista inicia campañas de difamación, haciendo que la víctima parezca culpable.

A estos evita

Como resultado, los cristianos pueden pasar años estancados por culpa de estas personas, sin poder servir a Dios de manera estable. Jesucristo evitaba a los fariseos y los reprendía constantemente, según 1 Corintios 5:11, que nos aconseja no tener compañía con personas inmorales, avaras, idólatras, difamadores, borrachos o estafadores.

Un narcisista daña tu salud

El abuso narcisista puede dañar tu salud y ponerla en peligro. Es fundamental buscar a Dios para obtener sabiduría y fuerza para lidiar con este abuso. Los profesionales recomiendan el contacto cero con narcisistas, y si no es posible, mantener conversaciones cortas sin ofrecer información que pueda ser usada en tu contra. Evitar reacciones emocionales ayuda a protegerse de estos depredadores.

Conclusión

Intentar cambiar a un narcisista es una pérdida de tiempo y genera sufrimiento constante. Estas personas tomaron la decisión de no ser heridas nuevamente, llenando su corazón de odio y venganza, cerrándose a los demás y a Dios. Solo podrían cambiar negándose a sí mismos y tomando su cruz, pero esto está fuera de su alcance y habilidad debido a su naturaleza. Los narcisistas pueden aprovecharse de ti y crear campañas de difamación para lograr sus objetivos. En general, todo lo que hacen es una falsedad y un fraude.

El narcisista es un arma forjada que no prosperará!

Isaías 54:17 dice: “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová”.

El narcisista pasivo agresivo encubierto
El narcisista pasivo agresivo encubierto

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