El pastor y autor cristiano Jonathan Cahn ha compartido profundas interpretaciones proféticas que vinculan eventos y figuras políticas contemporáneas de los Estados Unidos con personajes bíblicos del antiguo Israel. Entre las comparaciones más destacadas que Cahn ha hecho se encuentra la del expresidente Donald Trump con el rey Jehú de Israel. A pesar de que Trump no es considerado un ejemplo perfecto de consagración a Dios, debido a aspectos controversiales de su vida personal y su estilo confrontativo, Cahn sostiene que, al igual que Jehú, Trump fue elegido para cumplir un propósito divino en un momento de crisis espiritual. Si quieres comprender al presidente Trump, tienes que comprender al rey Jehú.
Es importante recordar que no estás votando por un pastor para Estados Unidos, sino por un líder político. Cahn sugiere que Dios no está utilizando a Trump a pesar de su mal testimonio o por ser un hombre falto de consagración a Dios, sino porque es un hombre atrevido en las acciones que benefician a la nación y alinean con principios bíblicos, Debemos recordar que, en los tiempos de los reyes en la antigua Israel, los sacerdotes y los profetas eran los personajes más consagrados a Dios, a excepción del Rey David, lo cual no justifica a ningún líder de sus malos actos; de otra manera, cada quien dará cuentas por sus actos. En tiempos de maldad y corrupción, un líder pacífico no sería capaz de enfrentar estos desafíos, por lo que se necesita a alguien con la agresividad necesaria para actuar, como lo fue el rey Jehú.
Donald Trump como el Jehú Americano
En la Biblia, el rey Jehú fue elegido por Dios para derrocar la dinastía de Acab y Jezabel, quienes habían llevado a Israel hacia la idolatría y el sacrificio de niños al dios Baal. Aunque Jehú no era conocido por su piedad ni consagración a Dios, fue utilizado como un instrumento divino para purificar a Israel de la corrupción espiritual y restaurar la adoración verdadera. Cahn compara este mandato con el papel que Donald Trump ha desempeñado en la política estadounidense. Aunque Trump no encarna los estándares de consagración, ha sido un defensor firme de Israel y ha tomado una postura en contra del aborto, dos aspectos que, para Cahn, reflejan la misión de Jehú de derribar la idolatría y los enemigos de Dios.
El Impacto de Trump en la Economía
Uno de los aspectos que marcó la administración de Trump fue su impacto positivo en la economía. Durante su mandato, la economía de Estados Unidos alcanzó cifras récord en crecimiento, con una tasa de desempleo que bajó al 3.5% en 2019, su nivel más bajo en 50 años. Esto incluyó beneficios significativos para diversos grupos demográficos, como la comunidad afroamericana e hispana, quienes experimentaron los niveles más bajos de desempleo registrados en la historia. Además, el aumento de los salarios y la reducción de impuestos beneficiaron a la clase media y trabajadora.
Las políticas económicas de Trump, que incluyeron recortes de impuestos y desregulación, impulsaron una economía robusta y llevaron al mercado de valores a alcanzar niveles sin precedentes. Su enfoque en atraer inversiones y apoyar la manufactura en el país, junto con su política de “America First”, permitió que millones de estadounidenses se beneficiaran de una prosperidad económica sin precedentes. Cahn resalta que, al igual que el rey Jehú, Trump no fue elegido por sus cualidades piadosas, sino por ser el tipo de líder que, en tiempos difíciles, toma decisiones necesarias y a veces agresivas para el bienestar de la nación.
La Lucha de Jehú Contra Jezabel y Trump Contra el Aborto
Uno de los paralelismos más importantes que Cahn establece es la lucha de Jehú contra Jezabel, quien promovía el sacrificio de niños a Baal. Jehú, al seguir las instrucciones divinas, se enfrentó y eliminó a esta figura malvada, que estaba corrompiendo al pueblo de Dios. Del mismo modo, Cahn ve en Trump una figura moderna que lucha contra una versión actualizada de ese mal, oponiéndose al aborto, el cual él compara con el sacrificio de niños en la antigüedad. Para Cahn, el aborto es una forma contemporánea de esta abominación, y la firme postura de Trump en defensa de la vida y los valores bíblicos es vista como una batalla espiritual similar a la de Jehú.
El Paralelo con Otros Líderes: Clinton, Obama, y Harris
Jonathan Cahn también compara a otras figuras políticas con personajes bíblicos. Establece paralelos entre el rey Acab y el expresidente Bill Clinton, y entre la reina Jezabel y Hillary Clinton. Al igual que Acab y Jezabel, quienes llevaron a Israel al pecado, Cahn sugiere que la administración de los Clinton promovió políticas que desviaron a Estados Unidos de sus raíces cristianas. Hillary Clinton, en particular, es vista como una figura moderna de Jezabel, simbolizando una influencia que aleja a la nación de sus principios bíblicos.
Cahn también menciona al expresidente Barack Obama, viéndolo como alguien que continuó el alejamiento espiritual de Estados Unidos, profundizando la división entre los principios bíblicos y las políticas contemporáneas. Además, sugiere que la vicepresidenta Kamala Harris podría representar un nuevo desafío espiritual para la nación, similar a la hija de Jezabel, Atalía, quien intentó destruir la descendencia real de Judá.
El Asalto al Capitolio y los Sacerdotes de Baal
Cahn compara el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 con el relato bíblico donde el rey Jehú eliminó a los sacerdotes de Baal (2 Reyes 10:18-28). En la historia bíblica, Jehú convocó a los sacerdotes de Baal y los destruyó para purificar a Israel de la idolatría. Aunque Cahn no justifica el acto violento del Capitolio, lo ve como un reflejo simbólico de la creciente tensión espiritual y moral en los Estados Unidos. Este evento, para Cahn, es una advertencia sobre las consecuencias de alejarse de los caminos de Dios, reflejando la urgencia de que la nación regrese a los principios bíblicos.
Jehú y Trump: La Lucha Contra el Sacrificio de Niños y el Aborto
Un tema central en las enseñanzas de Cahn es la comparación entre el sacrificio de niños al dios Baal en tiempos bíblicos y la práctica moderna del aborto. En los días de Acab y Jezabel, el sacrificio de niños a Baal era una de las ofensas más graves contra Dios, lo que llevó a la intervención de Jehú. Cahn argumenta que, en la actualidad, el aborto es una forma de sacrificio moderno que va en contra de los principios divinos. Así como Jehú fue un instrumento para poner fin a esta práctica abominable, Trump, según Cahn, ha sido elegido para oponerse firmemente al aborto y defender la vida, lo que simboliza una lucha espiritual en nuestros tiempos.
Paralelismo de Objetivos Divinos
Al igual que Dios eligió a Jehú, un hombre imperfecto y agresivo, para cumplir una misión crucial, Cahn sugiere que Trump fue seleccionado no por su vida de consagración, sino porque no había otros candidatos más apropiados para cumplir estos objetivos. Dios utiliza lo que hay a la disposicion. de todos los Reyes que reinaron sobre el pueblo de Israel por 400 años, solo hubo 8 Reyes que hicieron el bien, todos los demas hicieron lo malo y aun asi Dios uso muchos de ellos para llevar acabo tareas importantes que beneficiaban a la nacion de Israel, Dios quita reyes y pone reyes, daniel 2:21, porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas, Romanos 13:1. incluso si no son las personas más espirituales, para alcanzar propósitos especificos. Trump ha sido un defensor de Israel, reconociendo a Jerusalén como su capital, y ha estado en contra del aborto, lo cual, según Cahn, son ejemplos clave de cómo ha servido a los planes de Dios. Además, sus decisiones agresivas y audaces permitieron que la economía prosperara, beneficiando a millones de personas en un momento crítico.
Un Llamado al Arrepentimiento y Restauración Nacional
Jonathan Cahn enfatiza que, así como Jehú fue utilizado por Dios para confrontar la idolatría y la corrupción espiritual en Israel, Estados Unidos también necesita arrepentirse y regresar a los principios bíblicos para experimentar una verdadera restauración. Según Cahn, el destino espiritual de la nación depende de su respuesta a estos desafíos. La corrupción moral y espiritual que asola a Estados Unidos solo puede ser superada si sus líderes y ciudadanos reconocen la necesidad de alinearse nuevamente con los mandamientos de Dios. Al igual que en los tiempos de Jehú, este es un momento crítico para la nación.
Conclusión
La comparación que Jonathan Cahn hace entre Donald Trump y el rey Jehú ofrece una interpretación profética sobre los desafíos espirituales y materiales que enfrenta Estados Unidos. Aunque Trump no es un líder perfecto ni un modelo de vida piadosa, Cahn lo ve como un instrumento divino, llamado a defender la vida y los valores bíblicos, de la misma manera en que Jehú fue utilizado para erradicar la corrupción espiritual en Israel. Este paralelismo no solo busca explicar el papel de Trump en la política, sino también emitir un llamado urgente a la nación: la necesidad de arrepentimiento y de restaurar los principios divinos para asegurar el favor de Dios sobre Estados Unidos. Además, sus políticas económicas demostraron que en tiempos de crisis, un liderazgo agresivo y audaz puede traer prosperidad y bienestar a toda la nación.
Sin embargo, más allá de las interpretaciones proféticas y las comparaciones bíblicas, queda por ver qué hará Dios en el futuro. La próxima presidencia, ya sea que vuelva Trump al poder o que Kamala Harris asuma el liderazgo, está en las manos de Dios. Así como los destinos de los reyes y profetas en la Biblia fueron dirigidos por los planes divinos, también el destino de Estados Unidos se definirá por lo que Dios proponga. Lo que suceda en los próximos años no está solo en manos de los líderes humanos, sino en el propósito más grande que Dios tiene para la nación. En última instancia, la historia de Estados Unidos se está tejiendo dentro del plan soberano de Dios, quien tiene la última palabra sobre sus líderes y el futuro del país.
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