El Pastor Jonathan Cahn en sus declaraciones profeticas del Presidente Trump, en relevancia de eventos bíblicos en los tiempos del Rey Jehu como prototipo y el misterio de acontecimientos similares con la misma plantilla a los tiempos de la presidencia del Presidente Donald Trump.
Cahn compara al Rey Jehu de la Biblia (2 Reyes 9), si quieres entender a Trump, tienes que entender al Rey Jehu. El Rey Jehu solo era un soldado, un guerrero común, sin sangre real. Al igual que Trump, solo un hombre de negocios, no era ningún político y menos con planes de ser presidente.
Y todo se inicia desde el Presidente Bill Clinton hasta el día presente de Trump en la presidencia, un número de acontecimientos semejantes a los tiempos del Rey Jehu, desde el Rey Acab hasta el tiempo en que Jehu fue ungido para ser rey (por un joven profeta, por orden del profeta Eliseo) hasta la muerte de la reina Jezabel.
El Rey Jehu realizó orden en la nación de Israel de una forma muy violenta por orden de Jehová, derribando los templos de los Baales y las imágenes, y también acabando con la vida de muchos personajes, como a los 70 hijos del Rey Acab, degollándolos a todos; a los 80 profetas de Baal, quitándoles la vida dentro del mismo templo; al hijo del Rey Acab, a Joram, atravesándolo con una flecha en el corazón por la espalda; y la muerte de la reina Jezabel y muchos más… Todo esto lleva a una similitud al Presidente Trump, el orden violento que hasta el día presente Trump lo lleva a cabo.
Uno de los eventos parecidos es que el Rey Jehu, en cuanto fue nombrado rey, rápidamente empezó liquidando a los principales encabezados, líderes y reyes; una cosa muy parecida con Trump, quien rápidamente empezó a liquidar parte de la administración de Biden y Kamala (Harris), y hasta Hillary Clinton y Obama, y leyes que no alinean con la palabra de Dios hechas por todos ellos.
Una de las cualidades más comunes entre el Rey Jehu y Trump es que los dos son personas impetuosas y locos, como la Biblia describe al Rey Jehu. Una actitud muy parecida la uno al otro; los dos empezaron a gobernar con una actitud muy brusca, sin piedad, que pareciera que tienen odio.
Tenemos que entender que todo esto son juicios de Dios, así como lo era en el tiempo del Rey Jehu. Dios permite todo esto por tanto pecado en la nación que un día fue fundada en la palabra de Dios y principios bíblicos; que hasta en las escuelas tenían los Diez Mandamientos en las paredes, que en las empresas de televisión oraban antes de iniciar al aire, etc., pero ahora no puedes predicar en público porque la gente se ofende y dice que es odio hablar de la Biblia en las calles, y se están alejando cada vez más; muchos han olvidado por completo lo que era verdaderamente ser un creyente del evangelio, y se han convertido a otras creencias antibíblicas y filosofías de hombres que han dado lugar a actos blasfemos y prácticas que Dios aborrece, así mismo como la nación de Israel en los tiempos del Rey Jehu..
Vistiéndolo en el lado espiritual, que es lo más fundamental, esta nación ha dejado infiltrar muchas religiones y, poco a poco, el cristianismo se va desvaneciendo por tantas religiones ubicándose en Estados Unidos cada vez más, y, poco a poco, esta nación se está haciendo idólatra y liberal sin rienda cada vez más, así como la nación de Israel en el tiempo del Rey Jehu.
Ciegamente, de una forma encubierta, todo esto ha estado entrando desde décadas atrás; así como la Estatua de la Libertad pareciera ser solo un regalo inocente de los europeos, pero por detrás, en lo espiritual, es lo mismo que se esconde y lo que representa: la idolatría de dioses de tiempos antiguos; así también como la estatua del Papa en Washington D. C., también el Toro de Manhattan, nada más ni menos que el dios Baal; así también como una réplica del Arco de Baal, que recientemente fue traído a Nueva York en 2016. Todo pareciera ser algo normal, inocente o insignificativo, pero detrás descansan antepasados de abominaciones que representan grandes deidades de ídolos que en un tiempo en la antiguedad enfurecieron a Jehová Dios.
En los tiempos del Rey Jehu, los israelitas se enredaron en tantas creencias falsas, entregando sus hijos al dios Baal, pasando a sus hijos por el fuego después de ser una nación temerosa del Dios verdadero. Cahn afirma que lo mismo sucede en esta nación, en diferente contexto, con el aborto de niños, que equivale a lo mismo que el infanticidio. En aquel tiempo el pueblo pasaría por el fuego en una estimación de como 50 000 niños, y con eso Dios trajo peste y tragedia al pueblo de Israel; en el tiempo de hoy, Estados Unidos se hace una estimación de más de 63 000 000 de abortos entre 1973 y 2020. No tarda en bajar el juicio y el terror de Dios a la tierra.
Vemos que, desde Bill Clinton, el movimiento LGBT comenzó por algo muy insignificativo: que a los nuevos soldados inscritos no se les preguntase su identidad de género para no hacerlos sentir mal; y en la presidencia de Obama les otorgó apoyo; asimismo, el gobierno de Biden y Kamala completamente otorgó apoyo y derechos antibíblicos a este movimiento, que llegó hasta los escalones de la Casa Blanca, hasta entrar por las puertas y ejecutar un show de drag queens para niños, un evento donde se fueron al extremo y así desataron la ira de Dios, cuando en un tiempo no muy lejano esta nación cimentaba sus fundamentos en la Biblia y la santidad, y lejos de ejecutar un evento tan atroz como lo que permitió la administración de Biden en los pasillos de la Casa Blanca.
Por eso Dios permite todo esto que estamos pasando por tanto pecado en la nación, y a veces es injusto para muchos, pero el juicio de Dios es inevitable, Dios no tolera el pecado.
Vemos que al final el Rey Jehu destruyó los lugares altos de los baales y trajo orden a la nación de Israel; limpió la idolatría, pero hay unas cosas que no terminó de hacer bien: el Rey Jehu decidió dejar los becerritos de oro (2 Reyes 10:29) porque pareciera que no era ninguna amenaza. Eso indica que el Rey Jehu era idólatra hasta un punto, como muchos creyentes en la actualidad; otra similitud a Trump, si ustedes ven en estos últimos días, es algo muy obvio al decir que él pudiera ser papa en el futuro, aunque solo lo dijo en broma, tiene una verdad por detras.
El trabajo de nosotros como cristianos es hacer la voluntad de Dios y solo orar; que los políticos hagan lo que van a hacer. Al fin, Dios tiene la última palabra. Lo que está escrito en su palabra va a suceder. Estamos en tiempos finales, de acuerdo a la Biblia; cualquier cosa puede pasar en estos tiempos, estamos en tiempos peligrosos y apocalípticos. Hay que mantenernos fieles y listos para el encuentro con el Señor Jesucristo.
