Jezabel en la Biblia
En la Biblia, Jezabel es presentada como una reina sacerdotisa que adoraba a los Baales, dioses paganos que simbolizaban la fertilidad y la lluvia. Jezabel se casó con el rey Acab de Israel, y su influencia llevó al pueblo a seguir estos dioses paganos, provocando la ira de Jehová. Jezabel no solo promovió la idolatría, sino que también persiguió y mató a muchos profetas de Dios, causando grandes problemas en Israel. Esta unión desastrosa entre Jezabel y Acab resultó en el juicio divino: la lluvia cesó, y el país sufrió una sequía devastadora.
En 1 Reyes 16:30-33, se describe cómo Acab hizo lo malo ante los ojos de Jehová, influenciado por Jezabel, lo que culminó en una era oscura de idolatría y caos en Israel:
“Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él. Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal, rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró. E hizo altar a Baal, en el templo de Baal que él edificó en Samaria. Hizo también Acab una imagen de Asera, haciendo así Acab más que todos los reyes de Israel que reinaron antes que él, para provocar la ira de Jehová Dios de Israel.”
El Espíritu de Jezabel en la Iglesia
En la actualidad, el “espíritu de Jezabel” se refiere a un conjunto de comportamientos y actitudes negativos que pueden infiltrarse en la iglesia. Este espíritu se asocia con el narcisismo, el control, la manipulación y la posesividad. Aunque algunas personas creen que el maquillaje y la apariencia física pueden representar el espíritu de Jezabel, es importante entender que estos rasgos superficiales son solo una manifestación externa de problemas más profundos.
Las personas con este espíritu a menudo exhiben un trastorno de personalidad narcisista, caracterizado por un egocentrismo extremo, una necesidad insaciable de atención y una falta de consideración por los demás. Estas personas están enfocadas en su propio éxito y están dispuestas a manipular y destruir a quienes se interponen en su camino. En esencia, los narcisistas están engañados y guiados por influencias demoníacas.
Ministros con el Espíritu de Jezabel
El espíritu de Jezabel no solo afecta a individuos, sino que también puede infiltrarse en las estructuras de la iglesia. En Apocalipsis 2:20-22, se menciona a una mujer que se llama a sí misma profetisa y que induce a los siervos de Dios a cometer pecados:
“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.”
Muchos pastores y líderes permiten que personas con mal testimonio y pecado evidente suban al púlpito a ministrar. Estas personas, a menudo, tienen rasgos narcisistas y rebelan contra las enseñanzas de la Biblia. Aunque parecen carismáticas y encantadoras, su verdadera naturaleza está llena de malicia y destrucción.
Conclusión
El espíritu de Jezabel representa una amenaza significativa para la pureza y la integridad de la iglesia. Este espíritu se manifiesta a través del narcisismo, el control y la manipulación, y puede afectar tanto a individuos como a comunidades enteras. Es crucial que los líderes y miembros de la iglesia estén alerta y resistan estas influencias negativas, manteniendo la verdad y la santidad en el centro de sus vidas y ministerios.
