El concepto del Rapto ha fascinado y desconcertado a muchos creyentes y no creyentes por igual. Con varias interpretaciones y representaciones en la cultura popular, es esencial volver a la Biblia para entender la verdad sobre el Rapto desde una perspectiva cristiana. Este artículo tiene como objetivo desmentir mitos comunes y aclarar la enseñanza bíblica sobre este importante evento.
Verdad: Aunque estrechamente relacionados, el Rapto y la Segunda Venida de Cristo son eventos distintos. El Rapto se refiere al regreso de Cristo para reunir a Su iglesia, como se describe en 1 Tesalonicenses 4:16-17: “Porque el Señor mismo descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” La Segunda Venida, por otro lado, involucra a Cristo regresando a la tierra para establecer Su reino milenario, como se detalla en Apocalipsis 19:11-16.
Verdad: No todos los que dicen creer en Jesucristo serán raptados automáticamente. La Biblia enseña que solo aquellos que viven en santidad y obediencia a la Palabra de Dios, como verdaderos creyentes que han nacido de nuevo, serán raptados. En Mateo 7:21-23, Jesús advierte: “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’ Y entonces les declararé: ‘Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.'” Este pasaje subraya la importancia de vivir una vida transformada y obediente a Dios, más allá de una simple profesión de fe.
Verdad: Aunque el término “Rapto” puede ser relativamente moderno, el concepto está profundamente arraigado en las Escrituras. El término en sí proviene de la palabra latina “rapturo”, que se usa en la traducción Vulgata de 1 Tesalonicenses 4:17. Los padres de la iglesia primitiva, incluidos Ireneo e Hipólito, discutieron sobre una recolección pre-tribulación de la iglesia, demostrando que esta creencia no es una innovación reciente sino una expectativa largamente sostenida entre los cristianos.
Verdad: El propósito del Rapto no es infundir miedo sino proporcionar esperanza y aliento. Pablo concluye su enseñanza sobre el Rapto en 1 Tesalonicenses 4:18 con, “Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” El Rapto promete a los creyentes que estarán unidos con Cristo, serán librados de la ira venidera y recibirán cuerpos glorificados. Esta esperanza debe consolar y motivar a los cristianos a vivir vidas piadosas en anticipación del regreso de Cristo.
Entender el Rapto desde una perspectiva bíblica ayuda a desmentir mitos y enfoca a los creyentes en la verdad de la Palabra de Dios. El Rapto es un evento prometido que debe inspirar esperanza, aliento y una preparación para encontrarse con el Señor. Al volver a las Escrituras, los cristianos pueden aferrarse a las verdades de su fe y esperar con ansias el glorioso futuro que les espera.
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