La confusión que provocan los Cristianos modernos

En la sociedad actual, los Cristianos modernos a menudo generan desconcierto entre aquellos que buscan seguir la palabra de Dios apegándose estrictamente a sus enseñanzas. Su estilo de vida y forma de vivir pueden contrastar con los principios de la sana doctrina, creando una epifanía en quienes desean una vida más íntegra con Dios. La confusión surge cuando estos “cristianos falsos”, que parecen piadosos en la superficie, practican comportamientos que contradicen sus creencias sin sentir remordimiento. Esta falta de coherencia moral perturba la distinción entre lo correcto y lo incorrecto, confundiendo a creyentes, recién convertidos y a la comunidad eclesiástica en general.

Desafiando la Coherencia

Dentro de la iglesia, la distinción entre verdaderos creyentes y aquellos que no lo son se vuelve opaca. La apariencia externa puede engañar, y es difícil discernir quién está verdaderamente comprometido con la fe. En momentos cruciales, los Cristianos modernos pueden revelar su enfoque liberal hacia el comportamiento y las prácticas, lo que agrega a la confusión.

Esta falta de coherencia y ejemplo desviador afecta especialmente a los recién convertidos, quienes son como “bebés” en su camino espiritual. Dado que están comenzando su camino en la fe, tienden a aceptar lo que se les enseña, incluso si no concuerda con las escrituras o si son doctrinas erróneas. Esto es especialmente perjudicial, ya que estos nuevos creyentes requieren una guía sólida para crecer en su entendimiento de las Escrituras y evitar caer en un evangelio desvirtuado.

Por lo tanto, es vital ser precavido al seguir el ejemplo y las enseñanzas de estos “cristianos falsos”, puesto que su influencia puede llevar hacia un camino de fe distorsionado y equivocado. Para mantener la integridad de la fe y desarrollar un entendimiento auténtico de la palabra de Dios, es esencial estar alerta ante las inconsistencias y buscar la guía de líderes espirituales sólidos y conocedores de la sana doctrina. Solo a través de este discernimiento puede evitarse la trampa de un evangelio falso y corrompido.