Y se levantará nación contra nación y reino contra reino

Y se levantará nación contra nación y reino contra reino

Un eco milenario que resuena hoy
Y se levantará nación contra nación, y reino contra reino (Mateo 24:7). Estas palabras, pronunciadas hace más de dos mil años, describen un escenario de conflicto global que parecía lejano para muchos hasta hace poco. Sin embargo, en el mundo actual, marcado por tensiones geopolíticas crecientes y carreras armamentísticas sin precedentes, esa profecía bíblica adquiere una resonancia inquietante. ¿Estamos, de hecho, siendo testigos de un preludio a un conflicto de escala mundial? ¿Cómo se manifiestan hoy esas “naciones contra naciones” en las arenas diplomáticas y militares?


El cumplimiento de la profecía en tiempos de tensiones globales

En este momento, múltiples focos de tensión internacional ponen a prueba la estabilidad del orden mundial:

  • Rusia vs. Occidente: La guerra en Ucrania ha forzado a los países de la OTAN a reforzar sus defensas. El secretario general de la alianza, Mark Rutte, urgió recientemente a Europa a rearmarse “a la velocidad del miedo” para enfrentar la amenaza rusa, cuyo gasto militar ya supera el 7 % del PIB de su economía.
  • China vs. Taiwán: Beijing ha incrementado los vuelos de aviones de combate cerca de las islas y realizado ejercicios navales en el estrecho, generando alarma en Washington y Tokio sobre un posible intento de reunificación forzada.
  • Oriente Medio: La rivalidad entre Irán e Israel, agravada por ataques con drones y operaciones encubiertas, mantiene en vilo a la región, que podría convertirse en un polvorín con implicaciones globales.
  • Corea del Norte: Con cada lanzamiento de misiles balísticos, Pyongyang reaviva el temor de una escalada que involucre a Corea del Sur, Japón y Estados Unidos, amenazando con arrastrar a toda la península coreana a un conflicto abierto.

Este mosaico de enfrentamientos locales y regionales configura un panorama donde “nación contra nación” deja de ser una imagen simbólica para volverse una realidad tangible.

Y se levantará nación contra nación y reino contra reino

Conflictos actuales y puntos críticos de ignición

Diversos análisis coinciden en que ciertos escenarios tienen un riesgo especialmente alto de desbordarse en un conflicto global:

  1. Europa del Este: La continuación del apoyo militar ruso a Bielorrusia y las maniobras cerca de los Estados bálticos podrían derivar en choques directos con fuerzas de la OTAN.
  2. Mar del Sur de China: La militarización de islotes artificiales y la disputa por rutas comerciales vitales tensionan relaciones entre Pekín y sus vecinos, respaldados por patrullas estadounidenses.
  3. Cercanías del Estrecho de Ormuz: El bloqueo o la interrupción del paso de petroleros supone un choque de intereses que podría involucrar a potencias globales.
  4. Mar Negro: Con la flota rusa y ejercicios navales de la OTAN, esta región se ha convertido en un tablero de ajedrez peligroso donde un error de cálculo podría desatar la conflagración.
  5. Oriente Medio sin coordenadas claras: Conflictos por proxy entre Irán y Arabia Saudí o Israel y Hezboláh mantienen el riesgo de escalada inesperada.

Cada uno de estos puntos es, en sí mismo, un microcosmos de “reino contra reino”, donde los intereses nacionales y las alianzas estratégicas agregan capas de complejidad a la profecía bíblica.


Preparativos para la guerra: rearme y alianzas estratégicas

Frente a este escenario, las grandes potencias no permanecen de brazos cruzados:

  • Incremento del gasto militar en Europa: Noruega apoyó el nuevo objetivo de la OTAN de destinar el 5 % del PIB a defensa, mientras que España se retiró de esa meta por considerarla “irrazonable” ante sus prioridades sociales.
  • “Axis of Upheaval”: Analistas del Center for a New American Security acuñaron el término para describir la cooperación creciente entre Rusia, China, Irán y Corea del Norte, un bloque informal que desafía la hegemonía occidental con ejercicios conjuntos y apoyo diplomático mutuo.
  • Planes de contingencia secretos: Documentos divulgados recientemente exponen cómo Alemania tiene listos 800 000 soldados de la OTAN y 200 000 vehículos preparados para desplegarse en horas en caso de un ataque ruso a Europa Central.

Estos movimientos no solo evidencian el cumplimiento de la profecía, sino que subrayan la gravedad de la situación: no se trata ya de mera retórica diplomática, sino de preparativos prácticos y masivos.

Y se levantará nación contra nación y reino contra reino

Reflexiones finales: entre la incertidumbre y la esperanza

Vivimos en un momento histórico donde “nación contra nación” deja de ser un episodio remoto de las Escrituras para convertirse en un reflejo de nuestro presente. La posibilidad de una Tercera Guerra Mundial puede parecer inverosímil, pero los datos, las alianzas y los ejercicios militares apuntan en esa dirección.

¿Significa esto que estamos condenados al conflicto? No necesariamente. La misma Biblia que advierte sobre guerras también llama a la paz y la reconciliación (Mateo 5:9). En un mundo cada vez más interdependiente, la diplomacia, el diálogo y la construcción de confianza pueden revertir la escalada. Para ello, es clave mantenerse informados, exigir transparencia a nuestros líderes y apoyar iniciativas que promuevan la seguridad colectiva sin recurrir a la violencia.


Conclusion

Estos sucesos proféticos no solo reflejan la tensión global de nuestro presente, sino que apuntan directamente a los últimos tiempos descritos en la Biblia. La multiplicación de guerras y rumores de guerras es una de las señales que preceden la manifestación del Anticristo, aquel líder engañoso que se levantará contra todo principio de verdad y justicia. Sin embargo, tras el reinado de la maldad, la Escritura promete la gloriosa venida de nuestro Señor Jesucristo, quien pondrá fin a toda rebelión y establecerá Su reino eterno de paz y justicia (Apocalipsis 19:11–16; 1 Juan 2:18). Mantengámonos firmes en la fe, vigilantes en la oración y comprometidos con difundir el mensaje de esperanza que solo Cristo puede ofrecer en medio de la creciente oscuridad de estos tiempos.

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